Mi nombre es Juan Quirant y me dedico a la enseñanza desde 2010. En especial, a las habilidades para el aprendizaje funcional de idiomas; o sea, para aprender una lengua de manera fácil, útil y cómoda.
Me comunico en varias lenguas, cuyo conocimiento he ido acumulando de experiencias laborales o académicas. Políglota, vamos, aunque esa palabra suene a persona que come mucho.
Mi trabajo no es demostrarte cuánto he aprendido, sino cuánto puedes ser capaz de aprender tú.
× No soy filólogo. Puedes preguntarme cómo se dice cantimplora en griego, pero es muy probable que no lo sepa.
✓ Sí soy profesor. Puedes pedirme cómo hacer para expresar lo que quieras cuando no tienes las palabras exactas.
Creo en la tecnología al servicio del aprendizaje, no del márketing.
× No cuento con la logística de un centro de estudios o una franquicia.
✓ Detrás de cada tarea que hagas, interactúas con una persona y no un programa informático.
Los milagros aún se me resisten.
× Evito alumnos con proyectos que no son realistas, o sin una actitud que favorezca el aprendizaje.
✓ Muchos alumnos han conseguido grandes resultados y las sus opiniones dan fe de ello.
La mayor parte los he ido adquiriendo de manera autodidacta, exceptuando el inglés, que lleva el sello de la Escuela Oficial de Idiomas. A su vez, la práctica me la ha dado mi experiencia laboral, prácticamente toda de cara a un público extranjero.
Además, una de las claves más importantes es que nunca he detenido mi ritmo de vida para dedicarlo exclusivamente a los idiomas, sino que se han convertido en parte de ella. ¿Por qué leer o estudiar inglés, si puedes leer en inglés? ¿Por qué trabajar o estudiar francés, si puedes trabajar usando el francés?
Por mi formación universitaria, me bauticé como profesor de Ciencias Sociales en un centro público de secundaria. Sin anestesia; vaya diferencia entre lo que piensas que es y lo que es en realidad.
Con la crisis que todos conocemos y los recortes, trabajé en un centro privado de estudios, y a pesar de ser por lo general un trabajo precario (hubiera ganado más repartiendo pizzas), la recompensa fue aprender a llevar mi propia actividad y por ello estoy muy agradecido.
Actualmente ejerzo como:
Y este es Juan, el profe. Más detalles y cotilleos ya en clase.