Los pilares de la expresión oral y escrita

Los pilares que sustentan una buena expresión son cuatro, de grande a pequeño:

 

Coherencia: el párrafo

Cohesión: la oración

Adecuación: la palabra 

Corrección: la sílaba

 

En este artículo examinamos cada uno de ellos, y al final del mismo tendrás un ejemplo donde poder ver claramente la manera de integrarlos bien en una expresión oral o escrita.


La coherencia: marca una buena ruta


La coherencia es la capacidad de establecer un propósito comunicativo y dar los pasos necesarios para llegar a conseguirlo.

 

Hay diferentes propósitos comunicativos, tantos como verbos de comunicación puedan existir: invitar, persuadir, agradecer, etc. Debemos procurar que el receptor del mensaje capte de manera rápida y clara cuál es dicho propósito o intención, por lo que es aconsejable que esté contenido en el título y/o en la introducción, aunque sea de manera implícita.

 

Una vez hemos establecido el propósito, ofreceremos una serie de ideas, sucesivas y relacionadas, que nos permitirán conducir al interlocutor a dicho objetivo de manera gradual. Cada una de las ideas dará lugar a sendos párrafos o bloques de oratoria.

 

Para una mayor claridad, es aconsejable que la primera frase de cada párrafo sea la que represente mejor esa idea, de manera que, si leo únicamente cada una de las frases cabeceras, sin hacer caso al resto del párrafo, tendré clara la idea global del discurso. Dicha frase ha de ser clara, breve y ha de tener un vínculo con la del párrafo precedente y con la del posterior, o dicho de otro modo, que forme un discurso coherente.

 

En la ficha siguiente tienes representados ciertos caminos típicos que siguen los discursos.

La cohesión: no pierdas el hilo


Si hemos ajustado bien la adecuación y la coherencia, ya hemos conseguido construir un mensaje que cumple con las exigencias básicas de cualquier acto comunicativo.

 

Ahora es momento de ampliar cada una de las ideas que encabezan cada párrafo, añadiendo oraciones giren en torno a la esa idea principal:

  • aclaraciones
  • reformulaciones
  • ejemplificaciones
  • recreaciones
  • enumeraciones
  • etc

En ningún caso te recomiendo que cambies de idea, puesto que en ese caso tendrías que abrir un párrafo nuevo. Si lo hicieras, el efecto que crearías en el lector es el de haber perdido el hilo.

 

La organización de las frases que componen la oración es fundamental, siendo necesario usar bien la puntuación para salvaguardar el buen sentido de la frase. Por esta razón, te recomiendo que guardes siempre el siguiente orden sintáctico:

 

Sujeto + Verbo + Objeto directo + Objeto indirecto + Complementos de tiempo, modo o lugar     +++ nexo +++

Sujeto + Verbo + Objeto directo + Objeto indirecto + Complementos de tiempo, modo o lugar --- punto ---

 

Si sigues este orden, no necesitarás añadir muchas comas, pero cada vez que cambies de lugar uno de los sintagmas, deberás delimitarlo con alguna coma, punto y coma o dos puntos. En el caso de una expresión oral, debes hacer notar todas estas marcas mediante otras señales como el ritmo o el tono de voz.

 

Esta es una de las partes más complicadas de la expresión. Practícala. 

La adecuación: mide tus palabras


Cuando nos lanzamos a comunicar, es necesario hacerlo de la manera adecuada. Pero, ¿adecuada a qué? Pues a cada uno de los componentes que intervienen en la situación comunicativa; o dicho de otro modo, que el mensaje esté a la altura de cada una de las personas y cosas que tienes en escena.

  • El propósito: Ha de quedar clara, tanto al principio como al final, si es posible, la razón por la cual he cogido el lápiz para escribir o he decidido hablar.
  • Emisor: Eres tú, y has de estar a la altura del rol que has de desempeñar.
  • Receptor: Has de emplear la altura lingüística que merece o espera tu interlocutor.
  • Mensaje: La gramática y el vocabulario ha de estar a la altura del nivel de idiomas que se espera de ti.
  • Canal: Ha de tener la forma adecuada del medio de comunicación que se ha escogido.
  • Código: A parte del idioma, has de cuidar bien el registro que empleas.

Extra: #Cómo se crea un enunciado o situación comunicativa.

La corrección: los puntos sobre las íes


Finalmente, la corrección es un terreno más familiar: la ortografía (o fonética) y la gramática. Es lo que esperamos que se corrija en una intervención, puesto que así ha sido tradicionalmente. No obstante, te habrás dado cuenta que la construcción de un mensaje es algo mucho más complejo.

 

Junto con la formación de frases, la corrección al escribir o al hablar requieren una gran concentración, por lo que te recomiendo que dejes bien zanjadas la adecuación y la coherencia al principio en un pequeño borrador, para que luego puedas dedicarte en cuerpo y alma a seleccionar tus mejores recursos para las oraciones y a vigilar que no se escape ninguna falta.

Ejemplo 1

RECUERDA:

Adecuación: el discurso (texto divulgativo)

Coherencia: el párrafo

Cohesión: la oración 

Corrección: la palabra

 

LA ENERGÍA NUCLEAR AYUDARÁ A FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO

 

Pese al miedo generado tras el accidente de Fukushima en 2011 y el rechazo a su uso en muchos países, la energía nuclear podría ser un aliado esencial en la lucha contra el cambio climático si su capacidad de producción se duplica para el año 2040, según un informe de la agencia de la ONU presentado este martes en Viena.

 

En el informe se recuerda que la comunidad internacional acordó en 2009 intentar mantener por debajo de 2 grados centígrados el incremento de la temperatura del planeta, el límite bajo el que se pueden aún evitar los efectos más devastadores del cambio climático. Para contribuir a esa meta, la producción de energía nuclear tendría que duplicarse, hasta los 862 gigavatios eléctricos, en las próximas dos décadas. “Sin energía nuclear es improbable que se logre detener el cambio climático”, opina David Shropshire, jefe de Planificación y Estudios Económicos del OIEA. “Requeriría actividades muy importantes para sustituirla, bien mediante un aumento de las renovables hasta un nivel que es difícil de creer, o con una eficiencia energética aplicada hasta tal extremo que requeriría una enorme cantidad de dinero”. Según Shropshire, para que el átomo mantenga su rol en la lucha contra el calentamiento global, será necesario construir entre diez y veinte centrales atómicas al año hasta 2040, algo posible si los Gobiernos invierten en esta fuente de energía.

 

En general, este reporte presenta a la energía nuclear como una fuente más barata que el carbón, más limpia incluso que la solar y la eólica y con suficiente capacidad como para satisfacer la creciente demanda de electricidad. Según el OIEA, en los últimos 25 años el uso de energía nuclear ha evitado la emisión de 56 gigatoneladas de CO2, el equivalente a las emisiones globales de dos años. El informe defiende que el precio de la electricidad generada por lo nuclear es de entre 26 y 64 dólares por megavatio/hora, frente a los 65-95 dólares de las plantas de carbón, y respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero señala que, teniendo en cuenta todo el ciclo vital (desde la extracción de materiales hasta la construcción y gestión de la planta y el procesado de residuos), las de la energía nuclear son menores que las de la solar y eólica.

 

Con esos argumentos, este organismo de la ONU insiste en que la energía nuclear debe tenerse muy en cuenta en el futuro y deben despejarse las “incertidumbres” que la rodean y que la pueden hacer menos atractiva que el uso de combustibles fósiles. Dudas que tienen que ver con la elevada inversión inicial que supone una planta atómica y el tiempo que se tarda en rentabilizarla, pero también con la “falta de apoyo del público y gubernamental.”

 

El informe asegura que el papel de la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático decrecerá en varios países que han decidido eliminar gradualmente esta fuente de sus sistemas de suministro. Señala, por ejemplo, Japón, donde después de Fukushima se decidió prescindir de la energía nuclear y donde la emisión de CO2 relacionada con la producción de electricidad creció un 31,7 % al ser sustituida por combustibles fósiles. En cambio, Rusia, China y otros países de Asia y Europa del Este están más interesados en ampliar y renovar sus instalaciones nucleares, mientras que Europa y Estados Unidos mantendrán, en el mejor de los casos, su actual capacidad.

 

El informe reconoce que los riesgos derivados de la radiación, los residuos radiactivos y las armas atómicas influyen sobre la aceptación entre el público de este tipo de energía, sobre todo tras el desastre de Fukushima. Con todo, el OIEA indica que esa aceptación social está recuperándose lentamente en algunos países.

 

Sobre el temor a accidentes nucleares, Shropshire asegura que ninguna tecnología está libre de riesgo y el propio informe insiste en que la industria nuclear se ha sometido a un proceso de mejora de la seguridad desde Fukushima.

 

Fuente: Adaptado de http://www.analitica.com/ciencia-y-ambiente/duplicar-energia-nuclear-ayudara-a-frenar-cambio-climatico

 

 

Ejemplo 2 (COHERENCIA)

 

ARTISTAS BESTIALES

 

La taxidermia es el arte de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos y es uno de los oficios más antiguos del mundo, con casi 8000 años de historia. Los taxidermistas se definen como artistas con una vertiente científica y multidisciplinar que crean “esculturas científicas” para cazadores y museos, principalmente.

 

El proceso de disección de un animal comienza con la limpieza de la cabeza y la piel. En la mayoría de los talleres se utilizan moldes prefabricados de poliuretano, pero en la taxidermia artesanal se mantiene el cráneo original del animal, que primero se cuece para limpiarlo de restos y luego se blanquea sumergiéndolo en agua oxigenada.

 

La piel del animal se extrae de una sola pieza. Se limpia superficialmente y luego se sala. Con ello se extrae toda el agua retenida y se evita su descomposición. Una vez seca, se procede a la rehidratación y al curtido para, finalmente, colocarla en el molde que reproduce la forma del animal. Tras colocar la piel, se realzan los colores que el animal tenía en las partes sin pelo y se restaura alguna imperfección.

 

Además de la piel, hay que colocar los ojos y la boca del animal. Para ello, los taxidermistas cuentan con catálogos de ojos y lenguas. Su correcta adaptación exige conocer el ecosistema, los gestos, etc. Para recomponer un animal completo, los disecadores deben tener gran variedad de conocimientos: anatomía, escultura, pintura, disección, química, biología... En Estados Unidos, donde este negocio mueve unos 600 millones de dólares al año, hay incluso un Campeonato Mundial de Taxidermistas.

 

Doscientos años atrás, la taxidermia desempeñó un papel clave en los museos de ciencias naturales. Su finalidad era mostrar al gran público animales a los que no era posible observar de otro modo. Más tarde también sirvió para concienciar sobre la necesidad de conservar la fauna salvaje.

 

En la actualidad, la taxidermia es un arte ligado sobre todo a la actividad cinegética. Son los cazadores los que hacen que este oficio sea rentable. Los precios varían, pero giran en torno a los 1500 euros por un corzo o 3000 euros por un cocodrilo. Un trofeo de cabeza de venado con cornamenta ronda los 600 euros.

 

Fuente: Adaptado de “Artistas bestiales”, XLSemanal nº 1465, ABC.

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