El lenguaje de la seducción

 

Pensar en el lenguaje de la seducción como un conjunto de palabras, que a modo de conjuro consiguen hacer brotar la atracción, es algo inmaduro. Aunque en internet abundan publicaciones que invitan a pensar que es así, la mayoría de las veces la intención es que lo leas, no que sea útil para ti.

Este artículo está enfocado desde la perspectiva de un blog de idiomas: la seducción como instrumento para generar atracción y eventualmente obtener la atención del interlocutor; a ser posible, de manera intensa y prolongada.   Aun con todo, lo que encuentres en este artículo puede servir para otros aspectos como las relaciones sociales, sentimentales, comerciales, etc.;  o todo mezclado, para quien vaya con los tiempos. Te dará resultado si tratas de ver las relaciones como un acto comunicativo.

 

La seducción ha de ser honesta

 

Porque sin duda puede no serlo. Basta que esté ausente la asertividad en alguna de las partes que componen la interacción. Algo frecuente en el conjunto de una sociedad que psicológicamente va a la deriva. En el plano sentimental, por ejemplo, se dan como resultado historias tormentosas.

Como se ha dicho al principio, para conseguir una interacción exitosa es necesario obtener la atención de la otra persona, que es una función de la mente que consume gran cantidad de energía.  Esto es algo de gran importancia. Por tanto, la manera de mantener una comunicación lo más equilibrada y honesta posible es corresponder a la persona con aportes igual de valiosos.

Si no percibes la importancia de la atención como gasto energético,  puedes experimentarlo personalmente en un día cualquiera: dejando desde primera hora tus sentidos expuestos a cualquier tipo de estímulo sin filtro – televisión, radio, teléfono –, podrás notar como cuesta mantener la concentración llegado un momento.

En definitiva, una buena habilidad para seducir hace que tengas a la otra persona pendiente de ti con una actitud confiada, y nuestra responsabilidad es corresponder con un ofrecimiento a la altura.

 

La atracción ha de ser inmediata

 

La atracción se produce de manera previa a la atención. Nunca al contrario, puesto que nadie quiere perder ni un minuto en algo que no le interesa. Por esto, la seducción debe ser una fuerza arrolladora y contundente.

Esto es algo que de manera intuitiva se percibe así, por eso proliferan fórmulas mágicas del estilo ‘x palabras para cautivar’. No obstante, lo que dices puede tener impacto, pero lo verdaderamente importante es lo que haces, y sobre todo lo que eres. Podríamos decir que en última instancia la seducción es una gran presencia que se manifiesta con actos y palabras coherentes con ella misma. O incluso, afirmar que la seducción es energía.

 

Formas de lenguaje de la seducción

 

El poder de la seducción crece de lo verbal a lo no verbal. Estas son las maneras más poderosas de seducción:

 

  • Vuélvete un polo de energía positiva: Primero, no dejándola escapar. Si no prestas atención, se te escapará como agua entre los dedos. Sé consciente de tu cuerpo, pero sobre todo de la mente embarcada en pensamientos inservibles. Luego, cultiva unos buenos hábitos de nutrición: escoge alimentos sanos, libres de sufrimiento y siéntete agradecido por ello.  Lo mismo vale para tu mente. Sólo con esto, creas un magnetismo sin apenas haber dicho una palabra. Te darás cuenta hasta qué punto la seducción equivale a energía limpia.
  • Deja que tus acciones hablen por ti. Sé asertivo. Lo que haces puede ser la manera de dar validez a lo que dices o, por el contrario, de demostrar que tus palabras no valen nada. Vive en coherencia y ganarás atractivo para los demás.
  • Mantén una base de honestidad y solidez cuando hables. Si no, la otra persona percibirá que algo no cuadra. Incluso, no es necesario llegar a ese punto, porque si tú eres una persona de buenos valores, y por cualquier razón recurres al engaño para crear atracción, es tu propio subconsciente el que te va a penalizar, como si se tratara de un juez independiente; es como si dentro de cada uno existiera un alma buena que cuida para que se haga el bien.
  • Escucha. Si lo haces con los cinco sentidos, a tu interlocutor le parecerá tener una conexión mágica. De hecho, hay gente que alucina con esto. No se da cuenta que lo único que haces es prestar atención de manera activa. Y esto ocurre por una enfermedad muy común: porque hay mucha gente que cuando habla no piensan mucho en lo que dicen, en cómo lo dicen, y mucho menos en lo que desprende su lenguaje no verbal.
  • Presta atención a la emoción y la intención detrás de las palabras. Muy similar a lo anterior. Siempre hay una intención detrás de lo que se dice. Las palabras, y más claramente nuestros gestos, suelen ser esclavos de nuestros apegos e instintos.
  • Di siempre la verdad. Igual que, como dice el punto anterior, el otro es un libro abierto, tú también lo eres a menos que seas un psicópata. Usa las palabras justas para acompañar a ese gran torrente que son las emociones. Si intentas controlar el rumbo de una emoción se acabará desbordando.

Como habrás podido ver. Es una escala que va de lo no verbal a lo verbal. De lo ancestral a lo nuevo. De lo inconsciente a lo consciente. 

 

Hay mucho escrito sobre seducción, especialmente en los últimos tiempos en los que se la ha liberado de ciertos estigmas y se ha normalizado. Gran parte de la información que se puede encontrar está enfocada a las relaciones sexuales o sentimentales, lo cual es normal porque ya sabemos que la química del ser humano es implacable. En cualquier caso, la seducción ha de ser un facilitador de la comunicación. Si haces mal uso de ella, es muy posible que se vuelva contra ti, por razones que sin duda escribiré pero no en este artículo, que ya se ha hecho demasiado largo.

libros


POR QUE LOS HOMBRES NO SE ENTERAN Y LAS MUJERES SIEMPRE NECESITAN MAS ZAPATOS

 

ALLAN PEASE; BARBARA PEASE 

2007

Nº de páginas: 448 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: PLANETA

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788408074199

 

La guía más divertida para entender a su pareja. 

Existen problemas que llevan siglos confundiendo a hombres y mujeres. Los Pease se sirven de los más novedosos descubrimientos científicos sobre el cerebro, de los estudios sobre los cambios sociales, de la biología evolutiva y de la psicología para enseñarle a sacar el máximo partido de sus relaciones o, como mínimo, empezar a comprender de dónde viene su pareja. 

De una forma clara, sencilla y con mucho sentido del humor, este libro conseguirá que entendamos y aceptemos por qué nuestras parejas son como son.

Otros títulos

 

  • BRIZENDINE, LOUANN., El cerebro femenino
  • BRIZENDINE, LOUANN., EL cerebro masculino
  • RIDLEY, MATT., The red queen
  • BAKER, ROBIN., Sperm wars
  • MANSON, MARK., Models

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